Eugenia es colombiana y reside en Barcelona.
Es diseñadora con énfasis en comunicación de la Universidad de Los Andes (Bogotá). Tiene un máster en Marketing por EADA Business School (Barcelona), un máster en Humanidades de la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona) y es Instructora certificada de Kundalini Yoga.
Actualmente trabaja como diseñadora y consultora en marketing, branding, comunicación, liderazgo e innovación, y está enfocada en iniciativas con propósito superior. Ha trabajado en gestión de proyectos, design thinking innovación, estrategia y emprendimiento. Es conectora estratégica entre Europa y Colombia, con el objetivo de unir conocimientos, tecnologías, inversiones y oportunidades.
Inició su camino luego de profundos episodios personales - adicciones, depresión, ansiedad, bipolaridad, psicosis - que la llevaron a una constante búsqueda ontológica hacia la conexión con sí misma y con la vida.
Tomó medicación psiquiátricas durante más de 18 años y es adicta y alcohólica rehabilitada (está sobria desde el 2011).
Fue diagnosticada con múltiples diagnósticos psiquiátricos por casi toda su vida, hasta que decidió contradecir y retar la medicina tradicional basada en el alivio sintomatológico e iniciar un plan hacia una sanación sostenible en el tiempo, buscando una vida libre de sustancias químicas.
Ahora inspira y comparte herramientas que ha utilizado de primera mano y por necesidad. Su objetivo es acercar las tecnologías del cuerpo, del movimiento, del sonido, de la respiración y otras herramientas de autoconocimiento a los sistemas sociales y económicos actuales, resaltando la importancia de la salud mental y el manejo emocional, y brindando alternativas verdaderamente sostenibles con el fin de generar un impacto desde el individuo hacia la sociedad, la economía y la política. Sistemas que a su vez se reflejan en los ecosistemas naturales, en nuestra madre tierra.
El cambio planetario comienza desde adentro.
Espiritualidad aplicada para la transformación sistémica
Más allá de ser profesionales enmarcados en un sistema económico, social y político, nos une nuestra naturaleza humana. De familias, procesos, problemas, sueños, deseos, trauma. Tenemos un cuerpo, una mente y un espíritu -o consciencia-. Vemos a las empresas y a las organizaciones como edificios y sistemas, cuando su vida está en las personas que los habitan.
Es hora de dejar a un lado la superviviencia y empezar a vivir en plenitud. Dejar de repetir los días, de esperar el fin de semana, de postergar nuestros sueños, de abandonarnos a nivel emocional, afectivo, vital. No vivimos para trabajar, trabajamos para vivir, y es con esta máxima que debemos abarcar nuestro presente en propósito: siendo parte del sistema aportando desde nuestro lugar y al mismo tiempo dando espacio a nuestro ser, recuperando nuestra energía vital, nuestra creatividad, nuestra paz y encaminándonos a ser la mejor versión de nosotros mismos.
Hay más de 7 billones de definiciones de espiritualidad, pues cada uno tiene la suya. No se trata de religión, afiliación sectaria y dogma sino por el contrario nuestra conexión intrínseca con nosotros mismos, con otros y con el planeta tierra. Espiritualidad aplicada a las organizaciones se alza como un marco de exploración del ser con el fin de lograr una integración fluida entre aptitud y actitud, entre vocación y pasión, entre “ser útil” y “sentirse pleno”.
Para que las empresas y las organizaciones sobrepasen su caracter transaccional y pasen a ser entes transformadores de la sociedad, el individuo dentro e ellas debe estar en armonía en mente, cuerpo y alma. Al haber completud del ser, sanar traumas de infancia, traumas generacionales, observar los patrones y comportamientos y acercarse cada vez más a su verdadera esencia y expresión, podremos avanzar como humanidad.
Así pues, StellarHouse nace con el fin de trabajar internamente y en colaboración con otros, con un enfoque sostenible, saludable y creativo, con el fin de ayudar a transformar los sistemas que habitamos: si cada ser humano dentro del sistema cuida su mente y su cuerpo, y logra conectarse realmente consigo mismo y con otros... tendremos empresas y colectivos más eficientes, más rentables, más creativos, más felices y más comprometidas con un desarrollo positivo de los sistemas que habitamos.
La consciencia se puede fomentar dentro de nuestra coyuntura sistémica capitalista; reconciliamos la practicidad de día a día con nuestra conexión con el todo, redefiniendo conceptos de abundancia, productividad, felicidad y valor.